Que Bedolla haga algo por los indígenas, demanda migrante desde E.U.

Fredy Martínez, comachuense radicado en California, pide respeto para los purépechas y que se investigue a fondo la masacre de Tarecuato, Michoacán. Que AMLO deje los “abrazos, no balazos”.

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Qué está pasando en Michoacán, pregunta Fredy Martínez, preocupado por sus hermanos purépechas en esta entidad mexicana, “masacraron a once personas que andaban recolectando miel en Tarecuato, municipio de Tangamandapio, ¡y no ha pasado nada con la justicia, hasta ahora todo sigue como si nada pasara!”. Por ello, demanda una investigación a fondo y que se aplique la ley, asegura además que es tiempo de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se ponga a trabajar y deje esa política de “abrazos, no balazos”.  

Estableció también la necesidad urgente de buscar la hermandad purépecha, asegurando en ese sentido que “lo que nos va a salvar es la tradición”, para ello, manifestó estar de acuerdo en los gobiernos por usos y costumbres, “pero trabajando para bien”.

En ese tenor, dijo esperar que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla empiece a trabajar bien y “que se ponga las pilas y use la inteligencia”; en alusión a la masacre en Tarecuato puntualizó que la gente se droga y para mantener su vicio tiene que robar y matar, de esa manera se convierte en un problema de la sociedad, y en las comunidades indígenas el problema es mayor, “yo siempre he dicho que el purépecha borracho es torpe, pero borracho y drogado es una bomba atómica”.

Sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador considera que ya es tiempo de que se ponga a gobernar para todos y deje atrás esa política de abrazos y no balazos que tiene a México a merced de los grupos delictivos, “que se aplique la ley”, resume.

Fredy Martínez es originario de Comachuén, comunidad perteneciente al municipio de Nahuátzen, Michoacán, hace 32 años salió de su tierra en busca de mejores condiciones de vida para él y los suyos; acompañado de un amigo llegó a Long Beach, California, sin conocer a nadie, lo cual fue muy duro para él. Hoy, el músico de oficio recoge los frutos de la perseverancia y en un año espera “primeramente Dios” tener sus papeles para poder viajar a su añorada Comachuén, tras décadas de no estar con sus paisanos y familiares.

California es un estado donde se aplica la ley, y las cosas han mejorado en favor de los indígenas de todo el continente, “aquí las leyes prohíben tajantemente la discriminación”, se castiga a quien llama “oaxacos” o a los que vienen de esa entidad mexicana, ejemplificó el miembro del Colectivo Colegiado Migrante Universal, que encabeza Jesús Vargas Alejos.

Al final, el radicado en Compton, California, manifestó su esperanza en que las autoridades volteen a ver a los indígenas michoacanos, pues cuando Lázaro Cárdenas Batel era gobernador, le pidió que hiciera algo por los purépechas, “le dije que mi gente se estaba matando por conflictos territoriales entre Cocucho y Ocumicho”, el mandatario intervino y se establecieron linderos entre ambas comunidades. En ese sentido, pide al gobernador en turno, Alfredo Ramírez Bedolla “que haga algo por las comunidades indígenas de Michoacán y que haya respeto para los purépechas, nada más”.