En el marco de su visita a Tijuana el pasado viernes 19 de agosto, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador resaltó el trabajo conjunto con el gobierno estadounidense para realizar proyectos de infraestructura que beneficien a las comunidades fronterizas.
Esto en referencia al arranque de los trabajos de construcción de la nueva garita fronteriza Mesa de Otay Este (Otay Mesa East), que realizan conjuntamente México y Estados Unidos, con inicio de operaciones previsto para el 2024.
Pablo Gálvez, director para Asuntos Fronterizos en América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), indicó que la instrucción presidencial es concluir las obras de construcción en diciembre de 2023, para su inauguración y puesta en marcha en 2024.
Agregó el funcionario de la cancillería que el gobierno de México espera colocar en próxima fecha la primera piedra en el lado mexicano de la nueva garita, que arranca con una inversión inicial de 4 mil 500 millones de pesos (unos 224 millones de dólares) y estableció que “México está comprometido con el proyecto y se ha avanzado en los trabajos que permitan contar con los espacios físicos necesarios”.
Por su parte, Sergio Franco Moreno, director de proyectos fronterizos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte (SICT), compartió que ya se han negociado y liberado los predios necesarios del lado mexicano, con lo que se podrá dar banderazo de arranque a la obra vial.
El proyecto deconstrucción de la garita en la zona oriente de la Mesa de Otay fue asignada a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), actualmente se realizan trabajos para reubicar unas torres de alta tensión que obstaculizan la ejecución del proyecto en la frontera más transitada del mundo.
Contrario a otros puertos de entrada como San Ysidro, esta nueva garita — con 20 años en planeación— requerirá del pago de una tarifa con la cual se garantizará un tiempo de espera promedio de 20 minutos.
La nueva garita, también conocida como Otay II, dispondrá inicialmente de diez carriles —cinco para vehículos de pasajeros y cinco más para camiones— que serían intercambiables dependiendo de la demanda por el tránsito entre ambos países.
Cabe apuntar que en días recientes las autoridades de California concluyeron la construcción de un distribuidor vial que conectará a la región fronteriza con la nueva garita, lo que deja ver la importancia del proyecto para el gobierno del estado dorado estadounidense. “En California consideramos a México como nuestro socio internacional más importante y cercano”, expresó el secretario de la Agencia de Transporte de California, Toks Omishakin.
Se estima que cada año los crecientes tiempos de espera en la frontera dejan en conjunto a México y Estados Unidos, una derrama económica de alrededor de 3 mil 400 millones de dólares y más de 88 mil empleos.
El funcionario transportista citó estimaciones de la Asociación de Gobiernos de San Diego (SANDAG), en el sentido de que, sin una nueva garita los tiempos de espera para camiones de carga podrían ascender hasta seis horas en 2040, pero con la apertura de la nueva garita en Otay, dichos tiempos de espera se reducirían a 40 minutos.
Se estima que el proyecto transfronterizo permitirá mejorar la calidad de vida de las personas en ambos lados de la frontera. Actualmente la demora es de varias horas para cruzar la frontera, una vez que se abra, la garita agilizará el intercambio comercial y el tránsito de personas en la frontera Tijuana-San Ysidro.
Se especula que la cuota de peaje para el cruce de la nueva garita en Otay oscilaría entre 5 y 20 dólares para vehículos de pasajeros, y entre 15 y 40 dólares para el transporte de carga, aunque variará de acuerdo a la hora y la demanda existente.
