En años recientes, el cambio climático no sólo es un tema que se encuentra en las agendas internacionales al poner en discusión los impactos que las actividades humanas, a través de la quema de combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas han tenido en el desarrollo de la sociedad. Según datos proporcionados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la temperatura de la Tierra ahora es 1.1ºC más elevada que a finales del siglo XIX, lo que significa que se generen sequías intensas, escases de agua, fuertes incendios, deshielos de los polos, tormentas y disminución de la biodiversidad.
Ante estos cambios, los desplazamientos humanos provocados por los riesgos y desastres ambientales, originan un enfoque de entendimiento de la migración provocada por razones de cambios repentinos o progresivos en el medio ambiente. De acuerdo a la Organización Internacional para las migraciones (IOM por sus siglas en inglés), los migrantes ambientales son “personas o grupos de personas que, predominantemente por razones de cambios repentinos o progresivos en el medio amiente que afectan negativamente a sus vidas o condicione de vida, se ven obligados a abandonar sus hogares habituales, o deciden hacerlo ya sea temporal o permanentemente, y que se desplazan dentro de su país o al extranjero”.
Aunado a estos escenarios, las distintas regiones del mundo con mayor afectación climática, también se ven afectadas por grandes desigualdades. Para el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), la desigualdad, pobreza, crecimiento poblacional, asentamientos humanos irregulares, así como la falta de una planificación territorial sostenible de la explotación de los recursos, acrecienta las condiciones para los desastres y riesgos ambientales.
En el caso particular de América Latina, región de grandes desigualdades socioespaciales, de acuerdo a datos del Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés), en 2021 se registraron 1.6 millones de nuevos desplazamientos por desastres, En el caso particular de México, durante el periodo correspondiente del 2008 al 2021, se tienen 130 eventos de desastre reportados, originando con ello, 19,000 mil desplazados registrados en el año 2021.
En lo que respecta a los reportes registrados en el año 2022 por parte del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CONAPRED), los eventos ambientales con mayor impacto en el territorio mexicano fueron, la temporada de ciclones tropicales, que abarcó de mayo a noviembre, teniendo un registro de 31 eventos: 17 en el océano Pacífico y 14 en el océano Atlántico. De estos, 6 tuvieron impacto en territorio nacional, destacando: el huracán Agatha en el estado de Oaxaca, el huracán Kay en la península de Baja California, los huracanes Lester, Orlene y Roslyn en los estados de Jalisco, Sinaloa y Nayarit; y Lisa en el estado de Chiapas. Aunado a ello, se registró el sismo del 19 de septiembre de 2022 de magnitud 7.7 al sur de Coalcomán, Michoacán. Ante lo anterior y con base en la investigación de Sara Cuevas y colegas, se estima que, en México, alrededor de 43 millones de personas migren por las intensas olas de calor; 54 millones por sequías agrícolas y 61 millones por episodios de inundación.
Ante estos escenarios y de acuerdo al Banco Mundial, que prevé que para el año 2050, tan sólo en América Latina, se generen 143 millones de migrantes por el calentamiento global. Los impactos que son latentes hoy en día, pueden ser observados en el incremento de las desigualdades socioespaciales que viven los grupos más vulnerables ante la marginación y la pobreza, tanto en contextos rurales como periurbanos y que se ven afectados por los desastres ambientales.
Razón por la cual, atender las movilidades humanas ocasionadas por los desastres ambientales, es un factor a tomarse en consideración en las políticas de ordenamiento y planificación territorial sostenible, ya que, al ser el campo, una de las poblaciones con mayor vulnerabilidad a los desastres naturales y que dependen del medio ambiente para su sustento, la migración hacia las ciudades, principalmente, origina, en muchos casos, asentamientos irregulares en zonas latentes a desastres y riesgos, ocasionando con ellos, nuevos desplazamientos.
